sábado, 11 de diciembre de 2010

Nota escrita un día fresco

Otra de las cosas que me tiene impresionado ultimamente es la pintura de Hockney. estoy cuidando la casa en venta de mi papá, acá pasé la infancia. pero estoy bien oculto, los vecinos no tienen idea de que yo estoy acá, fran, mi amigo de la infancia no lo sabe, en algún momento me voy a asomar y lo voy a invitar a tomar algo, a comer algo. pero como les dije estoy en este misión un poco rara de recordar, esto que empieza acá pero no se donde va a terminar.
cuando yo era chico en esta casa faltaba siempre el agua. la falta de agua generaba algunas de las duras peleas entre papá y mamá, imaginen; 45 grados, se los juro, entre estas paredes de departamento la temperatura solía llegar a los 45, sin agua, por uno, dos, tres, cuatros y hasta quince días. como vivíamos, no sé. una vez mi hermana y yo estabamos tirados, como muertos en el patio, sin decir a. papá lo recordó hace poco y cuando lo contaba (papá no es un tipo expresivo, nada expresivo) sentía una especie de ternura y la mostraba, porque mi hermana y yo eramos dos chiquitos muy callados. la cosa es que estabamos ahí tirados muertos de sed y de calor y que papá decidió comprar esta pelopincho. la pelopincho que hoy llené, porque ya no falta el agua en este barrio. no falta el agua; papá y mamá estan separados; yo no me hablo con mi hermana por cosas que pasaron y estoy solo en esta casa en la que dejamos de vivir hace doce años. los ultimos inquilinos se fueron y ahora la casa esta en venta. esta soledad me viene bien para acordarme de las cosas y para contarselas, para releer algunas cosas, para mirar esos dibujos de las atalayas.
tan impresionado me tiene la pintura de hockney que hoy armé la pileta. una simple pileta de lona, y a pesar de que la temperatura no llegaba a los 20, me metí desnudo. solamente para vivir en un cuadro de Hockney. me estremecen los cuadros de ese tipo.

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