jueves, 28 de octubre de 2010

Sala de ensayo

Gustavo viene a pedirme la casa, me da plazo hasta marzo (2011) para que me busque otra, me lo dice bien. Es un buen dueño y voy a extrañar eso. He visto dueños basureando inquilinos. ¿Y para que me pide la casa? ¿Para algún pariente? no, para poner una sala de ensayo.
Me dice que ya está relajado, tiene que pasar el verano, nada más. La mujer ya se recibió (privadamente) de licenciada en psicología, es muy joven y no la veo capacitada para tratar a nadie. Pero eso es un tema aparte. Y Gustavo tiene pensado poner una sala de ensayo en la casa y un consultorio para su mujer en donde ahora él tiene la cerrajería. A Gustavo lo que le gusta es la música, pero más que nada le gusta ser músico o lo que eso implica (ser músico de garaje). Implica juntarse todos los sábados en una sala de ensayo "piojosa"; tratar de sacar algo y si no sale nada está bien igual.
Ahora Gustavo dice que tiene que pasar el verano. Para el año próximo va a cerrar la cerrajería y ahí va a ponerle el consultorio a la mujer. Y en la casa que yo alquilo ahora la sala de ensayo; en lo que es la cocina todo el equipo, tiraría la pared (y cuando lo dice siento pena, de verdad) y pondría unos sillones donde está la pieza, el baño lo deja así, intacto. Saca cuentas de la plata que va a ganar, unos tres mil pesos mensuales, mas lo de la mujer son seis mil.
¿Que más querés? en serio. El trabajo con la música es lo que a él le gusta. Consiste en hablar tres o cuatro pelotudeces con tipos que también son músicos de barrio. Ir a comprar unas cervezas y vendérselas al doble. También tiene un patio chiquito entre su casa y la casa del fondo (la que yo alquilo) y a ese patio saldran los músicos a tomar aire en esas noches de verano que matan. A tomar aire y una cerveza. Me dice que yo también puedo acercarme a tomar una cerveza.
¿Y, Agustín? (Agustín es un vecino que ya tiene una sala de ensayo) ¿no va a tirar la bronca? pero resulta que a agustín le reventaron todo. Estacionó la camioneta con todo el equipo arriba, se metió a comprar cigarros a la estación de servicio y le llevaron la camioneta (hará dos semanas). Recuperó la camioneta pero no los equipos. Eso da que pensar; que a Agustín le hayan robado todo y que ahora Gustavo este apurado por poner una sala de ensayo, con lo que cuestan los equipos. Pero yo no hablo de ciertas cosas.
la cosa es que para el año que viene Gustavo va a dejar la cerrajería, no quiere que le rompan mas las pelotas con que hizo mal una llave y eso. Es pasar el verano, para marzo sala de ensayo y consultorio para su mujer, para que ella atienda tres o cuatro pelotudos por mañana y les diga alguna pelotudez. Cincuenta pesos a cada uno y treinta pesos por banda por dos horas. Sacá cuentas.

domingo, 10 de octubre de 2010

Viaje

José viajó a corrientes después de cincuenta años. Con esto de la reactivación pudo comprarse una cámara de esas que toman muchas fotos al hilo. De corrientes trajo frutas de todo tipo; mandiocas, yucas y esos cocos chiquitos que se crían bien alto. Allá, en corrientes hay mucho campo, hermoso campo, pero no plantan nada. Los terrenos están con sucesiones y cosas legales. José visitó la escuela en que había hecho la primaria y sacó fotos. Una foto mostraba una ventana que estaba igual que hace cincuenta años, eso dijo José.
Y no sabe si por inútiles o por vagos los paisanos dejan venir las casas abajo. Las paredes están derruidas, vencidas. ¿Y, porque no se quedó allá José? no se quedó porque acá tiene muchas paredes a medio levantar, no es ningún tipo de metáfora, tiene varias obras sin terminar. Pero tiene pensado vender acá e irse con algunos pesos. Allá trabajaría como albañil. Los paisanos se levantan temprano pero antes del mediodía ya están charlando y, como mucho, te ponen un ladrillito más. Después se comen un buen asado y descansan una horita, eso dicen, pero los agarra el atardecer y hasta el otro día.
Si va a volver o no José a corrientes es algo difícil de saber, pero se trajo muchas fotos, una seguidilla de fotos de campos sin sembrar, de paredes arqueadas, del taller de ropa diseñada por su hija, la foto de la fachada de su escuela, y la foto de la fachada de su escuela de nuevo pero esta vez durante la caída del sol, creo que ese era el ojo de la hija.